Hay más de 18.000 prisiones y cárceles y alrededor de 25 compañías telefónicas independientes que contratan instalaciones individuales. En casi todos los casos, existe una amplia variación de precios según su ubicación. En la prisión federal, las tarifas son de seis centavos por minuto para un número local, 21 centavos por minuto para una llamada de larga distancia. Cualquier número local ayudará a un preso federal a ahorrar dinero. Emitimos la línea local, se la dan al interno que tiene que iniciar la llamada. El preso se debita de su cuenta en base a los minutos usados. El número provisto se reenvía sin problemas al teléfono celular del cliente. En muchos otros casos (prisión estatal y cárcel del condado), el número dentro del estado es más caro que el número fuera del estado.
Tenemos un algoritmo que le dice a nuestro sistema qué número tiene el precio más bajo. Usamos todas las calculadoras de tarifas propias del transportista para determinar si emitimos una línea o no.
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